martes, 5 de octubre de 2010

Retrospectiva 32: La Plata ciudad en movimiento

Durante agosto, septiembre y octubre de 2008, se llevó a cabo el Festival Internacional de Danza Teatro, La Plata ciudad en movimiento. Enmarcado en la celebración de los 10 años de Cocoa, y gracias al apoyo del Programa Iberescena, durante esos meses artistas locales, nacionales y extranjeros se hicieron eco de los festejos, intentando generar vínculos nuevos.
De este modo, numerosos artistas presentaron sus obras en el Teatro Argentino, el Pasaje Dardo Rocha, el Centro Cultural Islas Malvinas, el Galpón de La Grieta, la Sala Espacio 44 y La Fabriquera.
Así, durante esos tres meses pasaron por La Fabriquera Mirella Carbone con su “Pasodoble”; Gabriela Romero y los “Senderos de la corteza”; “Ló” de Carolina Herman; lo “Sobrenatural” de Natalia Téncer; “Danza mínima” de Quiatora Monorriel; el solo de Marina Sarmiento; Jorgelina Mongan y su “Sin(o)ptica”; y la “Croquignole” de Mariana Estévez.
Acerca de “Pasodoble”, de Mirella Carbone:

Gabriela Romero y los “Senderos de la corteza”:



Provocar la memoria y hacer que los sentimientos afloren de manera muy pura podría decirse que es la motivación que guía esta experiencia coreográfica de Gabriela Romero. En escena dos mujeres, en apariencia muy frágiles, andan y desandan un camino. En esa rutina se acompañan y complementan, sus pequeñas sonrisas demuestran una grata sensación: la de reivindicar la vida en cada acto cotidiano.
Pero esas mujeres llevan un equipaje a cuestas, más precisamente en sus panzas. De allí, sobre el final, saldrán diferentes modelos de zapatos. Y quedará claro que una historia personal e íntima se ha multiplicado en miles de otras historias. Y habrá que seguir caminando, acomodando siempre el calzado y encontrando nuevas motivaciones para que, una pequeña sonrisa, anime a los otros a descubrir que ese proceder bien puede ser el nuestro.
Aunque pequeño en su estructura, el proyecto de Gabriela Romero es sumamente sensible. Las bailarinas demuestran entrega y, en cada nueva secuencia que aparece, el movimiento y los mundos personales de ellas encuentran una síntesis muy acabada que promoverá cierta emoción en el espectador. Es muy bello, además, el trabajo que realizan con los objetos.


La experiencia resulta un buen disparador para remover cuestiones internas ligadas con las tradiciones, las herencias, los tránsitos de generación en generación y ese lugar que cada uno pisará con seguridad mientras va creciendo (1).
“Ló” de Carolina Herman:


Suspensión momentánea del reflejo de asimilar el mundo en los esquemas habituales de significación


Esta obra fue realizada mediante un subsidio del Instituto [Prodanza] (Secretaría de Cultura GCBA).
Sobre “Sobrenatural” de Natalia Téncer:


Fenómenos imaginarios crean el cuerpo de Sobrenatural. Se arrojan sobre él como una fuerza superior, de manera precipitada y sin prudencia. Como una experiencia física aguda que lo atraviesa, conmueve y sacude. Establecen un diálogo con los diferentes grados de presiones, extensiones y retorcimientos que acontecen en su territorio, fundando la actividad poética de un cuerpo que piensa.
Averigua las estrategias para sobrevivirse a sí mismo.
Busca cómo expresar presencias de otros cuerpos que aparentan ser imposibles en el suyo.
Desafía situaciones múltiples y complejas donde la contradicción y la incomodidad se interponen como obstáculos físicos y poéticos a resolver.
Habita el estado de quietud de las formas, desde un interior dado vuelta.


Lucha continuamente por encontrar una movilidad que habrá de arrancarlo, transformarlo y liberarlo. Cada hueso, piel y músculo, quieren ocupar el espacio de otros huesos, de otras pieles, de otros músculos. En ese espacio de disputa de un ser - por - nacer se manifestara la potencia de ese cuerpo, que se pregunta quién es, viviendo el fenómeno mismo donde se origina la danza. En la desnudez que permite ver más allá de la dimensión de la piel (2).
“Danza mínima” de Quiatora Monorriel:

Jorgelina Mongan y su “Sin(o)ptica”:
...no perder(se) de vista / transformar el punto de partida / devenir lo mecánico en orgánico / tres cuerpos vértices de un triángulo
La “Croquignole” de Mariana Estévez:
Un cuerpo atrapado en el extrañamiento de sus rutinas cotidianas recorre un espacio limitado por una serie de pasillos imaginarios. Oculta su cara. Se aferra a sus peines. Transita pasajes imaginarios. Suspendido en el extrañamiento de sus rutinas cotidianas transita el espacio. Se aferra a sus peines. Extrañado. Se aferra a sus peines. Un cuerpo extrañado nos muestra su cara. Baila (3).
(1) Fuente: Sobrenatural, Natalia Tencer, por Ernesto Meza. Blog Teatro y Cultura La Plata Argentina, agosto de 2009 (http://blogteatrolaplata.blogspot.com/2009/08/sobrenatural-natalia-tencer.html)
(2) Fuente: Sensible propuesta de Gabriela Romero, por Carlos Pacheco. Diario La Nación, julio de 2009 (http://www.lanacion.com.ar/nota.asp?nota_id=1154950)

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